lunes, 22 de septiembre de 2014

La insoportable levedad de alguna creencia. Escocia y Cataluña

Las hay de todo tipo, desde esa de creerse firmemente internacionalista, defendiendo solamente postulados, consignas y objetivos del nacionalismo periférico, pasando por la de ponderar como algo mejor y más democrática la postura del gobierno Cameron, hasta acusar de falso y antidemocrático todo lo español, comportamiento instituciones y leyes, fueren hechas como fueren, y en el momento histórico que fuere, sobre todo cuando enfrente tenga nacionalismos periféricos que proteger.

Una pesadez, la matraca de muchos individuos sobre lo malos que son los españoles, la supuesta superioridad ética de los otros, en este caso, el Reino Unido, el gobierno conservador, Cameron, esos son demócratas. Un mal chiste que tenemos que escuchar de gente que no quiere saber, pero utiliza a favor del nacionalismo periférico que Escocia vota y punto. En el Reino Unido existe la Cámara de los Lores, cuyos miembros lo son, todavía, por herencia. También tienen monarquía, la Reina lo es de Escocia, y seguiría siéndolo en caso de triunfar la separación. El actual Parlamento escocés es bastante más joven que el Parlament catalán, con muchísimas menos autonomía y cuya amplísima mayoría absoluta es socialdemócrata, salvo un parlamentario tory. El petróleo escocés queda muy lejos de ser administrado por ellos, o las bases de submarinos y el armamento atómico allí alojado.

Los escoceses votaron, 55/45 a favor de la continuidad en/de la Unión. Votaron de acuerdo con su legalidad vigente. En el Reino Unido, rara avis, no hay constitución escrita, pero a Escocia, nación antigua e independiente durante varios siglos, que firmó el Acta de Unión en 1707, no se le ocurrió saltarse la soberanía nacional expresada en la Cámara de los Comunes de Londres, que fue quien autorizó la consulta. Los escoceses se sometieron a la legalidad existente, la que tenían en ese momento, la del conjunto del Reino Unido, y ambas representaciones políticas pactaron el referéndum. Cameron pensó chulescamente que ganaría fácilmente y el planteamiento devino en un cara o cruz, sin aceptar posiciones intermedias.

Ganó el voto NO a la separación, por tanto continuar la Unión, pero se ha abierto un período de enormes cambios políticos en el Reino Unido, las posiciones intermedias que van en la dirección federal de las cuatro naciones integrantes… para aproximarse al federalismo que tiene España. Ellos que eran los democráticos parece que han prometido acercarse a nuestra forma de estructura estatal. Nuestros complejos y miedos son grandes, nunca nos atrevimos a llamar estado federal al estado de las autonomías, ni entonces ni ahora, cuando evidentemente tiene forma federal. Aunque como todo puede ser cuestión de grados. Una forma de estado que ha sido discutido en miles de ocasiones, desde antes de su creación y durante estos años, por los partidos políticos, parlamentos, central y autonómicos, sociedad civil, votado sus formas, atribuciones, financiación, etc. etc. En el Reino Unido los líderes de los partidos han propuesto al final de la campaña del referéndum mayor autonomía, sin que se hayan celebrado discusiones previas en sus partidos, ni en la sociedad.

En España continúa la unilateralidad, el Parlament aprobó la Ley de Consultas, a la espera de su publicación por la Generalitat. El Gobierno recuerda la legalidad vigente; y se abre un frente de conflictos entre dos posibles legalidades y legitimidades, en instituciones y ciudadanía, lo cual es tremendamente chungo porque afloran recuerdos del pasado español. Policías, mossos, alcaldes, concejales, fiscales, jueces, funcionarios públicos… para la mayoría de ciudadanos deben obediencia a la legalidad constitucional, pero hay algunos individuos que no reconocen legitimidad a lo que no les gusta, dicen ¿Por qué la Constitución va a imponer o permitir? Eso mismo decía Aznar ¿Por qué el gobierno me va a decir a mí como conducir, nadie me tiene que impedir beber …

Mas, dice que la Generalitat tiene muchos más años que la Constitución, lo cual es verdad, a muchos individuos que apoyan al catalanismo les parece estupendo para justificar la ilegitimidad constitucional, que es la puerta que abre Mas. Pero tener muchos años no da mayor legitimidad, esos mismos individuos tendrían respuestas tremebundas si los Borbones dijeran lo mismo, para saltarse la Constitución y actuar por su cuenta sin control gubernamental.  Si lo que pretenden es tener las mismas atribuciones del pasado, pues devuélvanse las actuales legitimadas por la actual normativa constitucional. Aquella Diputación General era muy poquita cosa comparada con la actual, elecciones y Parlament, poco se parecían a los actuales, el voto solo lo tenían unas cuantas personas, el pueblo poco opinaba sobre normas e instituciones, incluida la lengua, la igualdad de los ciudadanos, la solidaridad y justicia estaban muy lejos de la situación actual.

La Iglesia tiene más años de antigüedad y ni de broma desde sectores progresistas se nos ocurre darle mayor legitimidad para regir la vida en común que a unas normas constitucionales ¿Ustedes conocen países sin leyes, comunidades sin normas? Algunos individuos entienden que esos países, tribus o colectivos, son los democráticos y no aquellos que las tienen.

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