lunes, 24 de marzo de 2014

Suarez. El gran político de la derecha española

Ha muerto un gran político, probablemente el mejor que tuvo nunca la derecha democrática española. El único político de la derecha que ha sido capaz de embridar, encauzar y vencer a la representación de la derechona española , que le declaró uno de sus mayores enemigos,  por dirigir en alianza con la mayoría de fuerzas políticas españolas, durante un período de tiempo suficientemente largo como para dar un golpe de timón a la putrefacta sociedad franquista y empujar en la dirección de una democracia homologable con las europeas.

Suarez fue un líder capaz de arrastrar multitudes, y lo que es muy importante, en tiempo récord nuclear diversas fuerzas políticas e intereses distintos en torno a una idea de partido, la UCD, sin cuyo conglomerado electoral la salida de la dictadura hubiera sido más dura y difícil, aunque quizás también hubiera llegado más lejos. Su capacidad fundamental no era tanto una visión intelectual u hoja de ruta documentada, sino enfrentar los problemas del momento, que eran muchísimos y durísimos, y buscar soluciones posibles que tuvieran cierta estabilidad, lo cual necesitaba de los otros. Esa capacidad de enfrentar problemas concretos en busca de soluciones, es una de las grandes diferencias de aquellos políticos con los actuales, la tuvieron muchos individuos que entonces hacían política y generó eso que hoy llaman, el espíritu del consenso.

No creo que la historia de los pueblos la fabriquen personalidades relevantes, aunque influyan, desde luego mas unas que otras, pero las grandes transformaciones sociales nunca se pueden realizar por uno o dos individuos, son la resultante de acciones, emociones y sentimientos de millones de individuos, en un contexto histórico y con unas bases materiales determinadas, son producto de múltiples intereses en lucha, internos del país y externos de otras naciones y/o entidades internacionales, intereses económicos y políticos, religiosos e ideológicos, militares, identitarios… en la Transición española ocurrió algo similar. Aunque, sin duda, algunos individuos tuvieron mayor peso que otros, como el caso del presidente Suarez.

A pesar de que algunas personas o grupos tuvieran ideas sobre hacia dónde caminar y cómo ir, no es verdad que la sociedad que conocemos surgiera de un plan trazado por un ente especial que fuera seguido por el pueblo. La sociedad resultante que salió y hemos vivido, fue el producto de innumerables luchas en todos los sectores y frentes, de clases, de género, nacionales, geoestratégicas… sin descartar la influencia externa, de dinero, apoyos políticos y presiones, aportados por unos u otros. En no pocas ocasiones el azar determinaba el rumbo político a corto plazo, lo cual determinaba la dirección del camino. A largo plazo las grandes líneas de enfrentamiento, con sus notables diferencias, parecían confluir hacia la integración en Europa, en el grupo de sociedades democrático burguesas europeas, dichas corrientes fundamentales, aceptando diferentes matices dentro de ellas, se enfrentaban a la posibilidad de una Península Ibérica no alineada ya que Portugal fue un hervidero con la Revolución de los Cláveles y aquí era desconocida la fuerza e intenciones de los grupos de extrema izquierda. Para despejar incógnitas y reafirmar la proyección occidental, se forzó la integración en la OTAN, aparentemente en principio no vinculada a la integración europea. Sin duda en el entramado de luchas e intereses, también estaban aquellos que peleaban por revoluciones izquierdistas y los que mantenían la esperanza de un Régimen franquista con un pequeño lavado de cara.

La realidad es que el presidente Suarez condensó los intereses de la burguesía democrática, y los anhelos de millones de españoles, porque gustara o no a muchos sectores de poderes, demostró en aquellos momentos, tener mucho gancho y amplia capacidad de trabajo, suficiente como para liderar un proyecto desde una vertiente que debían contraponer a los partidos de izquierda, que aunque muy fragmentados inicialmente podían terminar agrupándose para lograr una fuerza que condujera el cambio. Todo proyecto democrático, aunque en líneas generales fuera similar, tenía diferencias en la concreción de poderes en los terrenos económico, educativo, nacional, religioso, etc. como muestra la realidad de los diferentes países democráticos que conocemos.

Suarez, demostró fuerza y capacidad para liderar los sectores de la derecha  moderna que casi por única vez en la historia de España dominaron a las fuerzas de la derechona, -los cambios de personas en el poder económico, político, militar, religioso... fueron enormes- que sumado a su indudable encanto personal para arrancar votos a millones de personas y a sus dotes y talante personal para llegar a acuerdos y relacionarse con todo tipo de individuos de cualquier perfil político, le convirtieron en el icono de la democracia española que es hoy. En ese sentido fue paradigmática su buena relación con Carillo, que aprovecharon para afianzar su poder en sus respectivas aceras en la que ambos jugaron fuerte, cediendo por un lado aceptación de monarquía y bandera a cambio de legalización y freno en algunas de las miles de luchas obreras de aquellos tiempos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario