sábado, 5 de octubre de 2013

Lo de Quijorna es una anécdota. Pero, después de otra y otra…

Insultante, indignante, estomagante… y muchos más adjetivos que ustedes habrán leído estos días en muchas publicaciones, blogs, webs y redes sociales. Ese prisma del fascismo consentido despide muchos reflejos, aquí interesa resaltar solo dos:

1)   Si es apoyado por gobernantes públicos a los que todos pagamos y que deben respeto y obediencia al espíritu constitucional, deben ser cesados, dimitidos, expulsados. Estos cargos públicos están llamando al enfrentamiento del pueblo, se regodean de la violencia de unos contra otros, siempre que los unos vencedores sean los suyos.

2)   Hay otro nivel del problema en el pasotismo presente en millones de jóvenes ¿Qué ha pasado con la educación política de la juventud para que hoy día una gran parte de ella, no se asuste ni incomode por estos escándalos que abren la puerta a agresiones y asesinatos?

Aquí todos tenemos responsabilidad, no solo la escuela, no solo los libros de texto, también los profesores. No solo las televisiones, no solo los políticos, empresarios… tenemos responsabilidad todos los escritores, periodistas o simplemente los que escribimos desde blogs, todos los militantes de partidos políticos, madres, albañiles, fontaneros, metalúrgicos, doctoras… todos los que ríen las gracias de los llaveros de Tejero o de las pulseras nazis, o los que consienten la parafernalia en los campos de futbol, campos de entrenamiento de grupos ultras…

Todavía hoy en España no se identifica franquismo, falanges, fascismos, con la creación de la IIª Guerra Mundial, con Hitler y Mussolini, con el holocausto, con los campos de concentración, con el exterminio y la quema de judíos, comunistas y gais. Franco, los falangistas, eran aliados de Hitler, combatieron en el mismo bando, se aliaron en la guerra española, antesala de la europea, y apoyaron sus políticas y atrocidades. Los crímenes de guerra que juzgaron en Núremberg se personificaron en los nazis, pero en el banquillo estaban representados entre los condenados sus aliados españoles, que pensaban, opinaban y defendían las mismas atrocidades. –Hasta experimentos científicos similares a los nazis aquí fueron practicados por Vallejo Nájera-

La ciudadanía, el pueblo, no hemos sido capaces de vincular los bandos de la IIª Guerra Mundial con los españoles, a un lado los nazis, Hitler, Mussolini y Franco y el imperio japonés, al otro los aliados que eran los rojos y las democracias. En Europa la derrota de los ejércitos alemanes e italianos se produce por la dura lucha de británicos, franceses, norteamericanos y sobre todo de los ejércitos comunistas, de los rusos y de las resistencias comunistas en todos los países ocupados. En este bando de los aliados, también estaba parte de la derecha europea y americana, muy distante de la derechona española, los conservadores que seguro existen todavía en España hoy, o están callados, aplastados o alejados del PP.

La mayor cifra de muertos con mucha diferencia sobre el resto de países implicados en la IIª Guerra fueron los millones de rusos. La punta de lanza de la liberación de París fue columna Leclerec, de tanques manejados por una pléyade de españoles republicanos, que pudieron liberarlos porque previamente la resistencia francesa plagada de anarquistas españoles que eran los mejor preparados, desgastaron a los ejércitos alemanes.

La guerra civil española fue una sangrienta lucha ganada por los llamados nacionales, que paradójicamente formaban sus tropas de primera línea por extranjeros, los moros, al igual que extranjeros fueron los barcos para cruzar el estrecho o golpear las costas españolas, incluida la masacre de la carretera de Málaga que provocó miles de muertos; extranjeros, nazis, fueron los aviones que bombardearon Guernica, Barcelona o Madrid, esta última una de las ciudades más bombardeada del pasado siglo, extranjeras las armas, y parte del dinero, -otra parte salió de la derechona española- los apoyos políticos y religiosos de los franquistas provenían del nazismo y fascismo.

Y ahora, esos mismos símbolos, la representación de esas ideas, campan a sus anchas apoyados por la alcaldesa de un pueblo madrileño y despliegan su parafernalia en un templo ciudadano como es un colegio público. Se recochinean esos mismos que realizaban las quemas de libros en las calles, que masacraron miles y miles de maestros, que rompen cualquier atisbo de cultura al grito de viva la muerte.

Por descontado que la fiscalía tiene que intervenir, por supuesto que a esa alcaldesa hay que echarla, lo normal sería que el partido en el gobierno, el PP echara, condenara, apartara a todos aquellos que quieren expulsar al resto de españoles. ¿Rajoy aliado de Merkel?, pero al PP no les da vergüenza, si allí hubieran ido a la cárcel individuos como esos de Quijorna, la alcaldesa incluida. No basta con mostrar repulsa, las instituciones colectivas deben denunciar judicialmente, hay un terreno a transitar por los abogados.

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