miércoles, 10 de julio de 2013

A la mierda las explicaciones, es la hora de dimisiones


Ya sabíamos lo que pasaba, ahora la gran diferencia es que os han pillado con las manos en la masa al cantar el cocinero. Uno de los vuestros.

¿Pagos de empresas? Para conseguir favores, por supuesto, eso tiene un nombre distinto al de sobresueldos. Los medios, los periodistas, aquí son extremadamente complacientes con el poder, forman también parte de la tropa del problema, por cómo cuentan o dejan de contar las cosas, por cuando sacan las noticias y las focalizan… por lo que ocultan y por lo que sacan en ocasiones concretas y por lo que trapichean intentando cambiar gobiernos, apoyar a unos u otras en sus aventuras de poder…

Claro que habrá daños colaterales y que está en marcha una operación de derribo de Rajoy, por otra parte normal en la postura de ese diario y ese periodista al que le gusta cambiar gobiernos. En cualquier caso, sobran las explicaciones que intentarán dar, es la hora de dimitir, en tropel, de apartar a unos cuantos cientos de dirigentes.

Veremos, a ver que hacen para librarse, aparte de los intentos anteriores, veremos si consiguen frenar al juez, ya lo hicieron con Garzón, o frenar los otros casos abiertos desde hace años y años y años… Igual para todos? Seguro que tardan lo mismo que cuando unos cuantos necesitados toman comida de un supermercado.

Es el momento de los grandes cambios, tomen nota todos los partidos, aquel que no se proponga echar a sus gentes y cambiar miles de manzanas podridas, se irá por las alcantarillas. Da lo mismo que sean jurídicamente culpables directos o no, en el mejor de los casos estaban allí cerca, alrededor, eran amigos,… cuando pasaban esas cosas un año y otro y otro, si se enteraban y no lo cortaron no merecen seguir, si no se enteraron, no valen para estar ahí… mejor es cortar por lo sano, pero no lo hacen, así es imposible salvar el partido, cualquier partido.

Dimitidos. A la puta calle, sin sueldos, sin pensiones, inhabilitados, sin dignidad… Escraches? pero que poquitos se hicieron, ladrones, sinvergüenzas.
Y con los nombres de los empresarios bien publicados, para entender el milagro español.


No hay comentarios:

Publicar un comentario