miércoles, 3 de octubre de 2012

En el almacén de la historia encontramos de todo

1. ESTA HISTORIA COMENZÓ HACE MUCHO TIEMPO


 ‘’El pasado de largo recorrido ha servido, está sirviendo, para fabricar derechos históricos, reivindicadores de identidades primigenias que se contraponen a la memoria del Estado común. El monopolio de la historia larga, de la tradición, investida ahora de ropaje de modernidad, lo tienen los nacionalismos sin Estado. Los viejos mitos no inventados en la España franquista, pero sí difundidos y propalados en el marco del franquismo, desde la unidad nacional de los Reyes Católicos a la épica imperial pasando por la galería de héroes de aquel Gran Relato, han sido tan fustigados que hoy se esconden en la trastienda de las sacristías, mientras que en los altares autonómicos florecen, inasequibles al desaliento, los numerosos mitos que integran el imaginario épico y lírico de los nacionalismos al uso’’

Ricardo García Cárcel ‘La herencia del pasado. Las memorias históricas de España’. Galaxia Gutenberg.

En el almacén de la historia encontramos de todo

No se pretende aquí hacer un estudio histórico, solo dar unas pinceladas que contextualicen el problema de la cuestión nacional y relativicen la importancia de la lucha política en torno a elementos históricos, utilizados como arma para legitimar formas de relación actuales. Hemos pasado momentos en ocasiones comunes y en otras divergentes, que nunca deberían tener el mismo rango para legitimar leyes fundamentales que los actuales pactos políticos formulados por los actuales pobladores en nuestro contexto político, social, cultural… pactos actuales que recogen la historia y sentimientos más recientes. Algunas precisiones sobre las historias de España, mejor en plural, porque hay tantas historias como posturas y territorios diferentes y sus relaciones.

La Península Ibérica existe en cuanto suelo desde hace millones de años y lleva poblada probablemente cientos de miles de años, -hace 500.000 los pitecantropienses, 200.000 los Neandertal, 40.000 Homo sapiens, según J. Vicens Vives-. Atapuerca tiene datas de 780.000 años.

Los asentamientos y organizaciones colectivas que compusieron sus pueblos, inventaron bastante de las tradiciones e historias que conocemos para darse fuerzas y diferenciarse de los vecinos en muchos casos enemigos por el simple hecho de estar al lado. Está demostrado por multitud de historiadores, que mucho de lo estudiado por cada cual sobre historia, en muchas ocasiones se trata de leyendas inventadas para legitimar dinastías, pueblos e identidad, -todos los pueblos tienden a generar historias de bravura y libertad contrastadas- a veces son interpretaciones de hechos regios elegidos para mayor gloria real, en parte se trataría de posturas personales de los autores, cuyas tesis mantienen de inicio y con los estudios tratan de reafirmarlas, lo cual lleva a buscar solo en esa dirección y separar lo que abra otros caminos interpretativos. Tan falso puede ser el mito de Don Pelayo, como el catalán de Otger Cathaló, o el del Cid Campeador, que podría haberse configurado uniendo dos personas distintas; muchos pueblos tenían mitos similares de heroicidad en la lucha por la creación de identidad y resistencia al invasor.

Añadamos que bastantes hechos y relatos de los que se toman referencias por los historiadores, están contados cien o doscientos años después de que ocurrieran los acontecimientos, lo cual abre una ventana de incertidumbre muy grande sobre la veracidad de lo contado por un individuo que tendría su propia intencionalidad al resaltar aquellos hechos y perseguiría un objetivo beneficioso para sí y los suyos con la interpretación de los mismos. Basta que unos cuantos historiadores citen a dichos ‘cronistas’ para que tales hechos y su interpretación se den por buenos por corrientes enteras de estudiosos de la historia. Hasta que otras corrientes lo ponen en cuestión y fabrican otros relatos. De ahí la prevención que deberíamos tener para tomar decisiones políticas actuales basadas en gran parte en criterios referenciados en acontecimientos históricos.

Este aspecto de incertidumbre sobre el estudio de la historia es extensible a todos los historiadores y cronistas, que destacarán aquello que más se aproxime a lo que busquen. En el uso político del presente, en cada momento, la historia previamente seleccionada, se tomará como argumento para construir el relato adecuado a la finalidad ideológica. Esto es así en el terreno del españolismo y del catalanismo, no se puede pretender la inexistencia de España como nación antes del XIX, en cuanto que el tema de soberanía nacional y reconocimiento de una ciudadanía sean conceptos nacidos en la Ilustración, y al mismo tiempo pretender la existencia de Cataluña desde el año 1.000. Lo cual es un absurdo conceptual por utilizar distintos criterios.


Los estudios sobre pobladores en la Península pueden acercarse a tres mil años AC, -5.000 años a.C. Mesopotamia y Egipto- aumentando su importancia política para influir sobre el presente, a partir de los años setecientos, con las diferenciaciones entre aquellos pobladores que para simplificar, llamaríamos árabes y cristianos. Se hacen más relevantes para uso político desde las primeras identificaciones o citas de España y Cataluña y en las experiencias compartidas de los últimos 300 años, que es cuando consolidan la importancia de uso habitual en los relatos nacionalistas, los cuales toman como referencia y fecha significativa de identidad nacional el 11 de septiembre de 1714, caída de Barcelona, de ahí la insistencia en celebrar el referéndum sobre la independencia en este preciso año que viene que conmemora el 300 aniversario. Visto lo anterior, si un congreso a celebrar en 2014 tiene como objetivo encontrar las diferencias entre España y Cataluña, no lo duden, las verán en las conclusiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario