domingo, 16 de septiembre de 2012

En política hay intereses personales y de grupo


Amar la política en tiempos de crisis. 7

La existencia de intereses no es horrible, sino lo normal entre seres humanos. Olvidar que la política es una actividad humana es la coartada de mucha gente para volcar su responsabilidad sobre los otros, o un signo de inmadurez que trata de buscar al individuo como un ser perfecto, angelical, inexistente. Los seres humanos somos salvajes, cerriles, criminales, corruptos y un  larguísimo etc. por tanto cualquiera de nuestras actividades tendrá componentes nuestros.

En una sociedad complejísima como la actual, compuesta por millones de personas e intereses diversos y contrapuestos, interactuando en muchas ocasiones transversalmente, no podemos creer que la organización social pueda funcionar sin partidos -o similares-, con el nombre que quieran, en definitiva grupos de gente que acumulen presión y esfuerzos en torno a iguales o similares deseos. Otra cuestión es que hoy un partido, quizás no pueda representar la enorme diversidad social sin sufrir graves contradicciones en sus filas. Pero de ahí a pensar en su inexistencia, como solución a nuestros problemas, va un abismo, pretender como algunos sugieren, el funcionamiento de los individuos directamente no es ninguna alternativa. Es irreal.

Es difícil pensar que puedan presentarse individuos a las elecciones por sí solos, sin que existan detrás grupos de intereses que les apoyen, que les dirijan y se opongan a otros intereses, grupos que pueden ser carteles, agrupaciones de empresas, millonarios… o los partidos. Como es lógico también en esos grupos, carteles, etc. dentro en su interior y tras ellos tendrán lobbies o influencias diversas, además de las ideológicas, que también serán otro grupo de presión hacia esos individuos supuestamente independientes y sustitutivos de los partidos en el ideal de algunos. Ideal o teoría que lleva a la creación de salvadores, de la patria, de la humanidad, de los seres humanos. La necesidad que tienen las personas de unirse para pelear por sus intereses no parece haber desaparecido, existirá, con el nombre de partido u otro.

Los que están contra los partidos políticos creen que una sociedad tan compleja como la española podría organizarse y funcionar sin organismos similares a los citados en la famosa lista de los 445.000 políticos, lo cual les vendría de perlas a los poderes económicos que camparían a sus anchas devolviéndonos siglos atrás a una sociedad en la que los poderosos camparían a sus anchas sin cortapisas ni regulaciones, sin contrapoderes, sin organismos fiscalizadores

Si los políticos no funcionan, hay que  barrer y reponerlos, sin esperas a mejores tiempos que resolvieran todos los problemas –nunca llegará ese tiempo-, empezando en cada casa por los medios afines, pero sin falsos idealismos que suelen encubrir populismos dictatoriales e iluminados. La sociedad necesita políticos y ciudadanos, personas comprometidas con su entorno y con sus organizaciones sociales, necesita gente que abandone el estilo hooligans defensora de las barbaridades de los suyos y ventiladores de mierda ajena…los políticos de este país somos todos.

Otra vuelta de tuerca dan los neoconservadores del PP capitaneados por Aguirre y Cospedal, ‘hay que reducir diputados y quitarles el sueldo’.  No, no se equivoquen, no se refieren a ellas y consortes, se refieren a los políticos del pueblo. Pretenden aprovechar la coyuntura para que la idea carca y retrógrada cale más y que solo organicen la sociedad los pudientes, que legislen los ricos, que decidan todo sobre nuestras vidas los testaferros de grandes compañías, lobbies de intereses económicos o religiosos,… la finalidad es apartar de esa tarea al pueblo, utilizando como escusa la trampa del sueldo. El debate nos lleva varios siglos atrás.

En la histórica contradicción entre el poder político y económico, vivimos una etapa en la que el equilibrio de hace años se ha roto a favor de la economía, la ciudadanía  deberíamos preocuparnos –más la progresista- de aumentar las fuerzas al poder político para restablecer un nuevo equilibrio en el que pudiéramos restar fuerzas a lo económico.

Recuerdan ustedes 'la teoría del Shock, de NaomiKlein', parecería como si el PP la estuviera aplicando suavemente, adaptada a la crisis de España. -El problema es saber tienen planes de aplicación gradual-

No hay comentarios:

Publicar un comentario