viernes, 18 de noviembre de 2011

Elecciones. El poder gusta poco a los izquierdistas

Los izquierdistas se encuentran incómodos con el poder político, parece como si no lo quisieran, o como si no supieran que hacer con él, se perturban gestionando el poder o viendo que lo tengan los suyos, lo cual implicaría en muchas ocasiones actuar en positivo y no siempre en negativo, típico de oposición, y esto último es lo que parece que tienen asumido millones de izquierdistas.

Desde la oposición, donde muchos siempre están, aunque gobierne un partido de los suyos; desde el otro lado del poder, se puede entender mejor el recurso de jugar a la contra, la crítica a cualquier medida, ya que toda acción es criticable y será susceptible de mejorar. Nada de lo realizado por un partido de izquierdas en el poder, contentó ni contentará plenamente a su base electoral, ninguna acción de gobierno será completa, ningún gobierno instalará la utopía. Y ello falte o no lo emocional en la construcción social, porque admitido que en democracia todo es mas ligero y cotidiano, también observamos desafección en momentos donde lo emocional estaba en primera línea, como en el Chile de la UP, o en la España republicana.

Para una mayoría de individuos de izquierdas solo vale ‘el todo’, el paraíso completo y no la parte, se entiende que en política porque luego en la vida siguen viviendo tal cual, como no podía ser de otra manera. Un avance en las condiciones de vida, tendrá validez si es conquistado desde la lucha obrera, estando en la oposición, pero nunca será reconocido cuando se realice desde el gobierno, incluso aunque fuera mucho más importante y global respecto a mejorar o proteger las condiciones de vida de millones de personas. Para muchos izquierdistas no tiene sentido mejorar en concreto, menuda tontería, incluso se desprecia por sindicalista, (sí, sí, es un concepto peyorativo) de tal forma que se abandona el día a día, no ven necesarias las mejoras parciales a las continuas desviaciones, corrupciones, abusos, etc. de esta sociedad, que habría que atajar, ellos pedirán el cambio global de modelo social, la revolución. Con lo que no tendremos ni lo uno ni lo otro.

Viven incómodos a todas horas, ‘esta sociedad no vale, hagamos otra’, es como si una tubería de agua en una casa tiene problemas y mejor que arreglarlo compramos otra casa, como no podemos tener una nueva nos quedamos con la vieja y estropeada. Si un juez prevarica, o saca autos indignantes, si unos directivos de Cajas se llevan la pasta gansa, si hay corrupción urbanística, si unos polis sacuden salvajemente… cambiar la sociedad diariamente, atacar cada una de estas acciones en su momento, sin esperar a cambiar el modelo global, que nunca llega. Hemos perdido la facultad de buscar soluciones concretas a problemas concretos, nos parece muy pequeño lo cotidiano y todo se dirime en el terreno de los sueños, de la utopía, de las grandes proclamas, así buscan lo que llaman salidas, que solo son frases fáciles políticamente correctas, evitando discusión. Todos estamos de acuerdo en generar 3 o 4 millones de empleos que dicen los programas, buscar en los nichos verdes, tecnológicos, etc. etc. pero ¿haciendo el qué?, ¿sacando el dinero para impulsar esas políticas, de donde?, ¿se acabaron las tormentas de la deuda?, lo sacamos de los ricos, la evasión, los bancos, dirán todos, pero ninguno explicará cómo diablos se consigue con 8 diputados, o con 3 listas que sumen 12 congresistas.

Todo queda reducido al voluntarismo, al deseo, a la crítica a los otros que no saben, o traicionan, o son débiles, nuestra responsabilidad directa que tengamos poca fuerza no suele salir a la palestra. Se reduce la realidad y los deseos a la mínima expresión y así sumamos batacazos porque no queremos sumar realidades ya que una vez conseguidas no se valoran en el camino de los sueños; salvo para pelear a la contra, para evitar que nos quiten aquello de lo que nunca presumimos, porque como todos son iguales, lo conseguido no es nuestro, no termina de estar claro como lo logramos.

Los izquierdistas son lobos para la izquierda, y siempre son mas rojos que nadie, son los iluminados de la doctrina, o los más verdes o mas…no valorarán la sociedad socialdemócrata, el Estado de bienestar, además dirán que la democracia es mentira y tropecientos países del mundo son más demócratas y tienen mejores condiciones sociales que nosotros y… ¿Cuantos países son esos, y cuáles?, no se sabe (Cuba y Venezuela no por favor). Por descontado siempre encuentran que en X tienen más medidas sociales y en Z más democracia. Bien, quizás unos 10 países, de 200, de los que se conocen las grandes cifras económicas que superan a este, pero…

Nadie recuerda que la democracia en todas partes es un sistema imperfecto que refleja equilibrios de fuerzas que no resuelve todos los problemas aunque crea un marco más adecuado para ello y que no es comparable a cualquier otro, porque no suele oponerse otro. Salvo los países citados por ¿¿xxx?? en los que encontraremos sistemas mejores, pero eso sí, restringidos para unos pocos, son mejores para la persona que los propone, no para el resto, no resisten la prueba de generalizar sus medidas pero con otros gobiernos diferentes, entonces no servirán. Recordemos imperfecciones, existen monarquías más democráticas y sociales que muchas repúblicas; en democracias tradicionales históricamente hay menos libertades civiles que en España; hay una Cámara de Lores que nadie elige; o centralismos jacobinos que en nada pueden compararse a libertades territoriales españolas; o ‘modelos democráticos’ sin elecciones para cambiar/elegir gobernantes que se eternizan; o etc.

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