martes, 14 de septiembre de 2010

Las izquierdas en un mundo 'sin perdón'

Otra vez nuevo debate a la palestra. Me siento desbordado de curre, que aparco ante este asunto. En poco tiempo han coincidido en el mismo tema varios lugares y personas, ahora ha sido el Sr. M. desde su ‘Ciudadano público’ y Javier Caso y Miguel Alvarez de Moral y Política y Pedro de 'la suerte sonrie a los audaces' los que enriquecen la como de costumbre buena y audaz presentación del Sr. M.

Tenía preparada la publicación de las posturas de un amigo expuestas en un debate, en algunos aspectos similar, dentro del colectivo ‘Red Verde’ pocos días antes de que publicara el Sr. M. el citado post, posturas que también giraban en torno a preguntas que se hacía Jesús de Bargas La Sagra. Así que iré soltando lastre, -sobre las clases, obreros, ciudadanos y sujetos políticos- pero no obstante me permitiré indicar unas cuestiones, que la verdad me gustaría desarrollar en otro momento. No me parece procedente colgarselo como comentario en su blog, porque es un poco largo, así que perdonarán ustedes que lo ponga aquí, y si ellos creen conveniente lo tomen, citen o lo que quieran.

1) El proletariado como sujeto político hace años no tiene sentido y nadie, (me refiero a grupo político de peso), se lo da en Occidente, al menos desde hace 50 años. Tiene sentido definir expresamente un nuevo sujeto político, sobre todo en determinados ambientes izquierdistas, porque apostar por un sujeto u otro modifica las pautas de actuación políticas, que insisto, ya estaban modificadas de facto.
2) Que proletariado (Descrito como Dickens, y Engels), no tenga sentido como ‘sujeto político’ no significa que no exista como clase o grupo social en el planeta, a expensas de ponernos de acuerdo en el contenido que demos al concepto.
3) Muchos apostamos por el concepto ‘ciudadano’, como sujeto político que implícitamente es reconocido de forma masiva en las democracias occidentales. Las razones para optar por ‘este sujeto’ suelen ser: a) por su carácter mas global, caben en él todos los colores de una sociedad compleja y diversa; b) menos excluyente, a nadie se le recortan leyes por razón de clase, ideología, tarea, extracción o posición social: y c) mas integrador, de todos los grupos de población, independientemente de que existan, crezcan o disminuyan clases, sectores sociales, segmentos o grupos de población. Ciudadanos con los mismos derechos son; mujeres, obreros y capataces, empleados, autónomos y empresarios, jóvenes y ancianos, proletarios y burgueses, comunistas y democristianos, rojos, verdes, malvas y azules, gays, parados, estudiantes, militares, deportistas, artistas, etc.
4) Existe coincidencia en grupos mayoritarios de europeos para considerar vitales la ‘renta básica’, el ‘salario social’, el desarrollo de prestaciones que permitan, la distribución de la riqueza y la cohesión social con libertad, igualdad, justicia. Tanta coincidencia existe como para desarrollar políticas que han logrado implantarlos en mayor o menor medida en parte de Europa, fundamentalmente.
5) El pleno empleo, tiene más de concepto político que económico, o es un concepto económico sometido al tiempo, lugar y relaciones de poder, (léase, correlación de fuerzas, lucha de clases…). Con un paro del 5%, aquí podía considerarse pleno empleo en el pasado, pero la sociedad consideraba tener pleno empleo en los años 2000 y teníamos un paro del 10%.
6) El pleno empleo no solo es un objetivo económico, nunca fue solamente eso, también fue un objetivo político, para desarrollar un elemento de integración social, sin el cual, en el pasado, podía peligrar la estabilidad de un país o región que impidiera o dificultara la acumulación de riqueza y la vida de los mas pudientes y poderosos, las capas altas de la burguesía.
7) Un problema para los análisis y conclusiones de muchas cuestiones actuales es olvidar los puntos de referencia, con qué espacio y tiempo son confrontados los argumentos. A veces tomamos nuestra experiencia local, continental u occidental, para sacar conclusiones generalizables al planeta, sin tener en consideración la realidad del mundo globalizado, de esos otros 170 países.
8) Que haya disminuido el número de obreros industriales, dependerá de en donde y con respecto a qué momento, se realice la comparación. Habrá que estudiar en cada caso, país o región, época, si se ha producido o no.
9) A priori, me parece que el número de fábricas y obreros industriales a escala mundo, podría ser el mayor de la historia.
10) En España ¿han disminuido o aumentado los obreros industriales? respecto a qué momento. En 1.982 había 2.512.000 asalariados industriales, en 1.997 bajaron a 2.341.000 y en 2.003 encontramos 2.838.000, fuentes (publicado en mis cuadros estadísticos). Además, trabajadores en la construcción en 1.982 había 758.000 pasando a ser en el 2.003 de 1.709.600.
11) Sin entrar a discutir demasiado sobre conceptos como los de obrero, trabajador, etc. a escala planetaria el número de trabajadores, entendido como personas que trabajan sin ser propietarios, ni tener control sobre sus medios de producción y procesos de trabajo, no ha hecho mas que aumentar hasta hoy, mirando el medio y largo plazo. A corto, hoy, están disminuyendo por la crisis ( a sumar a los 200 millones de parados mundiales) en unos 30 millones de personas respecto a hace 5 años. (La mitad de ellos en EEUU y España).
12) Desciende en las zonas desarrolladas del planeta el número de campesinos respecto de otros sectores a los que son expulsados, la gente vinculada a la producción agraria en el campo, no a la industria alimentaria.
(1ª edición, primeros 70)
13) Hace muchos años que algunos dejamos de mirar directamente los métodos de la Organización Científica del Trabajo, taylorismo, fordismo, etc. que eran utilizados en fábricas españolas, (en el mundo occidental) pero creo que siguen practicándose iguales o similares métodos aquí y en las fábricas del mundo. Ítem mas, en sectores de servicios se practican métodos similares adaptados a los diferentes trabajos del sector, como parcelación de tareas, estudio de tiempos, de atención a clientes, de objetivos numéricos por tiempos, movimientos tiempos y respuestas estudiados en puestos de trabajo de grandes cadenas comerciales, bancos y seguros, call center, etc.
14) Comparto la idea de que existe un exceso de capacidad productiva instalada, en el mundo occidental, en algunos sectores productivos, pero no puedo afirmar que ello sea extensivo para el conjunto del planeta.
15) Uno de los elementos fundamentales de la crisis es mostrar la inexistencia de trabajo para todos en la forma conocida en estos últimos 50 años, fundamentalmente en el mundo occidental, con corrimientos del proceso a otras partes del planeta.
16) En España la inexistencia de trabajo para todos, ha sido históricamente y es en la actualidad el mayor problema que tenemos. Formas de lucha anteriores siguen siendo válidas, menos horas de trabajo para mas gente, trabajos temporales, contra las horas extras y largas jornadas, etc. Pero es evidente que este es el talón de Aquiles y gran debate nacional pendiente.
17) La desaparición del trabajo, entendido como se entendía desde la 2ª guerra mundial, afecta de manera clara al mundo occidental, y menos al resto del planeta, que precisamente agrava el problema con sus millones de obreros incorporados a la industria mundial y por sus desplazamientos migratorios, que por menores costes que los occidentales compiten con ellos.
18) La existencia de maquinaria, técnicas, organización, mano de obra, etc. con capacidad de sobreproducir es fundamentalmente un problema occidental. Pero tengo dudas de que pueda generalizarse a escala mundo.
19) Durante toda la historia de la humanidad han coincidido la escoba con los chips, en sus equivalentes, siempre convive lo nuevo con lo viejo, aunque sea lo nuevo lo que capta mayor atención y entra mas por los ojos, y lo que marca pautas de futuro.
20) Producir prescindiendo de mano de obra humana no deja de ser un futurible, porque la existencia de medios de producción, máquinas con capacidad de producir, fueron construidos y serán mantenidos con trabajo humano. Un robot no de ja de ser trabajo humano condensado.
21) En otros momentos de la historia la lucha entre el hombre y la máquina que los desplazaba ya se produjo, para convivir a continuación en nuevas fases ambas, máquinas y fuerza de trabajo humanas.

5 comentarios:

  1. El proletariado como sujeto político "siempre" tiene sentido, camarada, otra cosa es cómo lo expongas. Saludos rojinegros.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. He eliminado mi anterior comentario por extenso e inadecuado como respuesta.
    Yo no quito ni pongo clases, grupos o sujetos políticos, habrá los mismos antes y después de que hable o escriba, solo me permito analizar pensar y escribir intentando reflejar lo que existe e interpretarlo.

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  4. Comentario muy extenso. Si considera que le "inunda" la página, me lo dice y seguro que encontramos maneras de solucionarlo. Trasladándolo, p.ej.

    Quizá por "ciudadano" como sujeto político de las izquierdas políticas actuales debamos tomar no un concepto excluyente como el clásico romano (civitas) y sí uno más incluyente como habitante o persona. El arqueólogo E. Carbonell defiende que hemos de hacer una evolución político-cultural e ir de la conciencia de clase a la conciencia de especie. En lo político, el eminente es de tendencia marxista, por cierto. Lo digo para encuadrar mejor su pensamiento.

    En definitiva, si tenemos claro y hacemos propio el principio político liberal (y socialista) de igualdad, el fin será el mismo. No estamos discutiendo tanto el fin, esa igualdad —no confundir tampoco con uniformidad—, como el mecanismo idóneo: un sujeto político, una política económica...


    La desaparición del trabajo (humano) es un proceso que sucederá gradualmente por el desempleo tecnológico (Rifkin). Tardará décadas. Tras la Segunda y la Tercera (comunicaciones) revoluciones industriales el ritmo de esa desaparición se ha acentuado. Hemos visto transferencias (en valor relativo e incluso también absoluto) de mano de obra del sector económico primario al secundario, y del secundario al terciario. ¿Qué queda tras el terciario? El desempleo.

    Los puestos de trabajo en alta tecnología (diseño y mantenimiento), los llamados cuellos de silicio (en contraposición a cuellos azules y cuellos blancos) siempre serán muchos menos que los puestos eliminados en los otros sectores por el incremento de la productividad técnica. Crecerán los puestos en robótica, nanotecnología, biotecnología... Pero no podrán absorver a mineros, granjeros, mecánicos... prescindibles por el avance. De hecho, los desplazados tampoco serán aptos en su mayoría para reconvertirse (edad, esfuerzo, costumbre, desarraigo, cultura, inteligencia...).

    En las últimas décadas en el mundo altamente industrializado las grandes empresas han obtenido mayores beneficios, han aumentado sus ventas e ingresos al mismo tiempo que disminuían sus plantillas y reducían sus costes. Ha sucedido en U.S.A., en Europa, en Canadá, en Japón, en Hong Kong... La tendencia se mantiene y consolida.

    (...)

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  5. (...)

    En el mundo no industrializado el proceso será similar pero en el futuro. En un segundo turno. Hoy compiten (las empresas allí instaladas) con mano de obra más barata, contratada en semiesclavitud por las mismas multinacionales de Occidente. En el futuro, sin embargo, esa misma mano de obra semiesclava no podrá competir con el mejor rendimiento de las modernas técnicas de producción que, obviamente, serán propiedad de esas mismas empresas multinacionales que hoy los exprimen aún más que a nosotros los ciudadanos/ trabajadores occidentales.


    El Prof. V. Navarro usa unos términos que me han resultado llamativos y atractivos. Más que verlo —leerle— hablar de clase trabajadora le veo hablar de clases pudientes vs. clases populares. Supongo que se libra de entrar en camisas de once varas al hacerlo así. Yo a veces hablo de élites económicas y políticas, de élites oligárquicas, de oligarquías —¡incluso lo pongo en griego!, jeje—... La idea es clara: grupos pequeños (oligos) y privilegiados (élites), con grandes fortunas y rentas (plutocracia).

    Estos términos quizá sean más prácticos hoy que los de "burgués" vs. "clase trabajadora". Los ciudadanos/ trabajadores de países occidentales altamente industrializados estamos en nuestra gran mayoría "pequeño-aburguesados". Incluso los precarios o desempleados hemos accedido y vemos normales o cotidianas cosas materiales impensables en la época de Marx y Engels, lógicamente. Ropas de marca, reproductores de D.V.D., de mp3, de mp4, iPhones, ordenadores portátiles, salidas semanales a discotecas, gimnasios privados...

    Y en cuanto a clase social como estrato horizontal de población con niveles culturales, intereses, capacidad adquisitiva... semejantes, vemos que no todos los que firman un contrato de trabajo asalariado por riesgo y cuenta ajenos —habrá que cambiarle el nombre tras la contrarreforma laboral— con una empresa pertenecen a la misma clase si tomamos esa definición antedicha. No tienen los mismos niveles culturales, intereses, capacidad adquisitiva... trabajadores como p.ej.: un minero, un taxista, un auxiliar administrativo, un médico de cabecera, un neurocirujano, un ingeniero de caminos...

    (...)

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