domingo, 2 de mayo de 2010

Nos quieren robar esta sociedad, 2

El franquismo fue una etapa negra, corrupta como ninguna, triste, despiadada y represiva, para millones de personas, sin comida, sin calor, sin ropa, sin agua, sin médicos, sin escuelas, sin trabajo, imposible hablar de paro, simplemente no había nada de trabajo.

En los años cuarenta y cincuenta, un millón de españoles abandonan sus míseros pueblos para buscar vida en Madrid, desde el 60 al 75, un millón emigran a Cataluña, medio millón a Valencia y mas de trescientos mil a Euskadi, procedentes de pueblos en cuyas casas no tenían agua, había que ir a la fuente por ella, carecían de instalaciones de electricidad colectiva un tercio de los pueblos, en sus calles sólo había barro, mas de la mitad sin alcantarillado, lavando en arroyos y lavaderos, con agua fría, menos de un 5 % de pueblos rurales tienen teléfono, los hijos no podían estudiar y cuyo destino solo era el de jornaleros u obreros, cuatro millones de analfabetos, dos millones de niños sin escuela, de cada 1.000 niños en edad de bachiller solo estudiaban 320, 5.800.000 viviendas familiares, según el INE, estaban en estado ruinoso 2.400.000. (Hoy 25 millones de viviendas, 4 millones mas que familias, y 1 millón sin vender, es una parte de la crisis), .mas de 1 millón de obreros en paro, 2 millones emigrados a Europa en los 60/70, otros 2 millones emigrados a América mas antiguos, de una población total de 36.000.000 en 1.975.

Gentes, aún franquistas, recordaban como los viejos morían sin asistencia, sin conocer mas que sus pueblos, nadie conocía la sanidad, ni la educación, ni que los mayores viajaran, que los parados cobraran... esto se puede alargar mucho mas, porque mucho mas grande fue y comenzó a mejorar con los ayuntamientos democráticos y los barrios que rodean las grandes ciudades a comienzos de los ochenta empiezan a construir otra sociedad. Esta fue una de las razones principales que explican el frenazo de las luchas sociales al final de la Transición, el desencanto, que disolvió movimientos y organizaciones y llevó a mucha gente a sus casas, en realidad lo que sucedió era que millones de personas conseguían por fin sus sueños.

Algunos ultraizquierdistas tenían otras perspectivas de sociedad que no se consiguieron, y por ello nunca se reconocieron en el modelo de sociedad que surgió de aquella época, rechazando hasta el término, sociedad democrática, y así muchos individuos que fueron actores de primera línea durante el franquismo y la Transición, que con su esfuerzo contribuyeron a los cambios sociales que han conseguido en esta sociedad democrática, han terminado apoyando la historia interesada de que la sociedad actual la fabricaron otros, o que fue conseguida por el Rey y unos cuantos franquistas, o por las cúpulas de los partidos de izquierda pactando con los de la derecha. Han confundido el no pudimos hacer mas, con el no hicimos nada, han malinterpretado el no pudimos vencer con el nos derrotaron.

Esa historia edulcorada está muy lejos de la realidad, ya que sin las múltiples luchas políticas y sociales de gentes sin adscripción alguna, antifranquistas de todo tipo, desde la extrema izquierda, anarquistas, marxistas, comunistas varios, hasta los demócratas, pasando por todo tipo de movimientos sociales, feministas, ecologistas, cristianos, sin la movilización de estas fuerzas hubiera sido imposible llegar a la democracia que conocemos y vivimos. Todas estas fuerzas se unieron con la derecha española que por una vez logró separarse de la derechona, y consiguieron, conseguimos, torcer voluntades de millones de franquistas y poderes fácticos nacionalcatólicos que no querían la sociedad democrática que salió como resultante.

Rechazar lo logrado es estar ciegos políticamente, porque otros tratarán de apropiarse de ello, llenando el vacío que hemos dejado. Con la llegada de Aznar al poder, comienza una nueva etapa de reagrupamiento y consolidación de la nueva derechona española a la que se van sumando todo tipo de ultras, reconvertidos, neocons, aprovechados, fascistas, franquistas, y desengañados, que utilizan como púlpitos los ultramedios, (vistos desde Madrid, Intereconomía, Veo7, El Mundo, Libertad Digital, Telemadrid, La COPE), además de la Iglesia, FAES, sectores de la judicatura, de la patronal y sectores del PP. Desde el comienzo están arrogándose el mérito de lo conseguido precisamente aquellos que estaban en contra, y están elaborando un nuevo discurso de interpretación de la historia a su conveniencia.

La idea ''todos los políticos son iguales'', es una gran mentira, idea ampliamente extendida por el pensamiento reaccionario que pretende paralizar los esfuerzos de análisis y crítica social, pero la idea se instala tanto en la derecha como en la izquierda. No, no todos son iguales, y menos aún cuando la derecha española vuelve a estar sometida a la derechona que está empujando y quiere profundizar una gigantesca remodelación de la sociedad, construida después del franquismo. Nos lo están quitando, con poca oposición y vuelven las sensaciones de juventud, nos quieren echar de este lugar y tiempo, quieren quitarnos hasta la memoria y robarnos lo que es nuestro.

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